lunes, 23 de agosto de 2010

Nictalia

Nictalia
Sant Domènec 15. Barcelona, 08012

Precio: 5 euros

Mojitera colaboradora: PrincesaMenta

El primer punto del Manifiesto Mojitero es que  no es mojito todo lo que verdea, y casi podríamos dejar ahí el listado, en monomanifiesto. Quizá así, con una única regla básica que cumplir, naciera entre los hosteleros la conciencia de que no hay cóctel que surja del mero acto de presencia de sus ingredientes.

Había bajado de  mis verdes montañas, invitada por Mundo Mojito a las fiestas de Gràcia cuando, desafiando el aguacero que deshacía los adornos de las calles, dimos a parar con nuestros calados huesos a Nictalia. Lo que nos atrajo del local fueron las que probablemente son sus mejores bazas: no muy grande, no muy iluminado, no muy ruidoso, una selección musical tarareable y una mesa libre. El Nictalia es realmente un restaurante que a segunda hora de la noche ofrece cócteles y, en fiestas de Gràcia, explota el binomio mágico de mojito y caipirinha y lo redondea con un daiquiri de fresa.

El mojito llegó rápido y llegó envuelto en un vaso de plástico. Corrección: el cóctel presentado como mojito, cobrado como mojito y requerido a ser un mojito, llegó, exhalando humedad hacia el ya empapado ambiente.

El primer sorbo fue como un tsunami de menta, cualidad que sólo aprecio en los chicles o en la pasta dentífrica. Removí el azúcar del fondo. El segundo sorbo fue acuoso y ácido. Removí y esperé, con paciencia de santón, a la transmutación del líquido en mojito. El tercer sorbo y los siguientes, simplemente supieron como ron aguado y cabreado con el mundo. ¿Quizá es que llovía también en la barra?

Veredicto: poco ron, mucho hielo, quizá lima, menta a mansalva y trazas de azúcar.

Reflexión: para animar fiestas, se inventó el kalimotxo, en el que las posibilidades de error se limitan a arruinarlo usando crianza y pepsi; en cambio, el reclamo de los bares en estos días festivos por Gràcia son los cócteles caribeños, porque la clientela quiere beber cosmopolitismo. Todo tiene solución. Recuperemos para el márqueting del barrio un vocablo juguetón y vintage que eleve la cogorza perroflautista a performance identitaria: riojalibre. Y sirvamos sin complejos lo que sabemos preparar.

A destacar: El ambiente es agradable para tener una buena charla con amigos. Se puede jugar a pescar los hielitos de tu mojito con la pajita.

Valoración (sobre 10):

Mojito: 4 y me pillas de buen humor
Establecimiento: 7
Servicio: 7

1 comentario:

  1. Excelente reseña de Princesa Menta. ¡Muchas gracias por tu colaboración! Y ya sabéis, si queréis enviar una reseña con vuestras fotos, podéis hacerlo a mundomojito@gmail.com

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