Precio: 8 euros
El Restaurante Visual está situado en la planta 23 de la Torre Catalunya, y a mí me pareció un lugar increíble para una cena romántica.
El menú degustación es de esos en los te da miedo pinchar el tenedor por si se desmonta el plato, y en los que tienes que intentar comerte una vieira en 5 bocados diferentes para intentar descubrir cada uno de los sabores que el camarero te ha asegurado que tiene.
Pero la sorpresa llegó al final: después de los 4 primeros platos de degustación y antes de traernos el postre, el camarero, sin venir a cuento, nos trajo un mojito a cada uno. El tamaño era muy pequeño, creo que es el mojito más pequeño que me he tomado y sin embargo, casi puedo asegurar que ha sido uno de los mejores mojitos que he probado.
¿El secreto? Mani, el camarero, nos confesó que dejan preparado una base con azúcar (líquido), menta y lima. Lo machacan todo hasta obtener una pasta y después retiran la lima y la menta. Luego le añaden el hielo picado, lo mezclan y lo ponen en el congelador. En cualquier caso, lo curioso de este lugar es que te lo sirven sin ron, y éste te lo añaden al final y delante de tí (y no, no puedes decir "basta" porque el vaso no da de sí) junto con... Sprite!! (Nos encantó la idea!)
Nota: Por recomendación de Mani y aunque deteste el whisky y vaya en contra de nuestros principios como auténticas mojiteras, lo probaré con Maker's Mark.
Y por si aún no había tenido suficiente tras probar uno de los mejores mojitos que me he tomado, Mani, llegó con un postre que me dejó boquiabierta: sorbete de mojito con láminas de fresa con crema de menta y queso fresco. Buaaah! Impresionante. Puntuación: 9,50
El servicio fue algo increíble. Quien haya tenido la experiencia de probar un menú de esta categoría, sabrá que es suuuuper lento. Que una cena no dura menos de 2 horas y que no empiezan a preparar el siguiente plato hasta que el camarero no informa de que se ha terminado el anterior. Pero cada plato resulta ser una obra de arte y más para una amante de la gastronomía como yo. Y qué decir que si vas invitada, el placer es infinitamente superior.
A destacar: ¡Todo! Las vistas, sin duda. El trato tan insoportablemente agradable y el camarero que nos atendió, Mani, que hicieron de nuestra velada una noche mágica.
Valoración (sobre 10):
Mojito: 9,75 (por el tamaño)
Establecimiento: 9,50
Servicio: 9